Las alcachofas necesitan menos fertilizantes que la mayoría de los cultivos hortícolas, para obtener rendimientos altos. Para máximo rendimiento se suelen utilizar:
  • Estiércol: 50-75 Ton/Ha. Abonado de fondo.
  • Nitrógeno (UNA 32): 112-224 Kg/ha. Aplicar 1/5 como abonado de fondo y el resto a iguales y sucesivas aplicaciones.
  • Fósforo (P2O5): 56-112 Kg/ha. Abonado de fondo.
  • Potasio (K2O): 34-112 Kg/ha. Abonado de fondo.
En riego por goteo se suelen aplicar como abonado de fondo entre 35 y 56 Kg/ha de nitrógeno y la mitad de las cantidades anteriores de fósforo y potasio. El resto de fertilizante se aplica a intervalos semanales durante el cultivo. 
    Extracciones periódicas de nutrientes de la alcachofa durante el ciclo de cultivo
    Intervalo 
    P2O5
    K2O
    Ca
    Mg
    (días)
    kg/ha
    Kg/ha
    Kg/ha
    Kg/ha
    Kg/ha
    0 - 30 
    7,5
    2,5
    7,0
    4,5
    1,2
    31 - 60 
    12,5
    5,0
    17,5
    7,5
    2,0
    61 - 90
    42,5
    17,5
    52,5
    22,5
    6,0
    91 - 120
    22,5
    7,5
    28,0
    15
    4,0
    121-150
    12,5
    6,2
    17,5
    7,5
    2,0
    151-180
    22,5
    8,7
    56,0
    22,5
    6,0
    181-210
    47,5
    20,0
    38,5
    30
    8,0
    211-240
    60
    27,5
    94,5
    30
    8,0
    241-270
    22,5
    30,0
    38,5
    10,5
    2,8
    Total
    250
    125
    350
    150
    40
    7. RIEGO
Las alcachofas requieren riegos frecuentes durante el periodo de crecimiento de la planta. Es importante realizar un riego de plantación que proporcione suficiente humedad para conseguir un buen arraigado. La carencia de humedad en el suelo cuando los frutos están en formación provoca una mala calidad de los mismos. Cuando la planta alcanza la madurez, el riego debe ser continuo.
El riego de la alcachofa se puede efectuar mediante aspersión, manta y goteo. El riego a manta es el más empleado. El riego a aspersión tiene la ventaja de que crea un ambiente de humedad alrededor de la planta que favorece el crecimiento y la producción. Las plantas de alcachofa son susceptibles a la podredumbre de la raíz si el riego es excesivo, por lo que se recomienda no regar a manta y si se efectúa, tratar de no inundar la parte del tallo y la raíz.
    8. PLAGAS
    8.1. Barrenador de la alcachofa.
Hydroecia xanthenes (=Gortyna xanthenes) es un lepidóptero noctuido cuyas larvas penetran, tras mordisquear las hojas, por las nerviaciones de las mismas; a continuación realizan galerías en los tallos, pudiendo minar las propias inflorescencias y llegando a situarse en el sistema rizomático.
Las desinfección de esquejes, previa inmersión en un caldo de insecticidas fosforados penetrantes como diazinón, fentión, malatión, etc., es un sistema de evitar la propagación de la plaga.
Cuando se observa la eclosión de las larvas, se pueden efectuar pulverizaciones con metomilo, fentión, fenitrotión, dimetoato, fosalón, triclorfón, profenofos, cipermetrina, lambda-cihalotrina, deltametrina, diclorvos, etc., teniendo siempre presente la normativa vigente sobre la utilización de insecticidas y respetando los plazos de seguridad.
    8.2. Pulguilla de la alcachofa.
Las larvas del coleóptero halticino Sphaeroderma rubidum devoran las hojas entre sus dos epidermis. Se combaten mediante pulverizaciones de fosnet, metiocarb, decametrina, lambda-cihalotrina, etc.
    8.3. Otras plagas.
  • Existen otras larvas de lepidopteros noctidos como la rosquilla negra (Spodoptera littoralis) y los gusanos grises (Agrotis sp.), que comen las hojas y cuellos de las plantas respectivamente. Se combaten mediante pulverizaciones con clorpirifos, triclorfón, metomilo, lambda-cihalotrina, así como cebos envenenados.
  • Los pulgones producen amarilleamientos, abarquillamientos, etc., que se combaten con malatión, dimetoato, pirimicarb, bromofos, heptenofos, piretroides, etc.
  • El apión de la alcachofa (Apion carduorum) es un coleópero cuyas larvas realizan galería en las hojas y cabezuelas. Se combaten mediante pulverizaciones de fosnet, metiocarb, decametrina, lambda-cihalotrina, etc.
  • Otro coleóptero es la casida verde de la alcachofa (Cassida defflorata), cuyas larvas, de tronco espinoso, devoran la epidermis de las hojas. Su control es similar al empleado para el apión.
  • La mosca de la alcachofa (Agromyza apfelbecki) realiza galerías más o menos tortuosas en las hojas. Se combate mediante aplicaciones de fentión, diazinón, malatión, etc.
    9.1. Bremia lactucoe o Peronospora gangliformis.
Este mildiu se presenta en forma de polvillo blanco harinoso que recubre la cara inferior de las hojas. Favorece su desarrollo un ambiente húmedo y templado, presentándose con más frecuencia en los climas meridionales o en los cultivos de primor y forzado. Las bajas temperaturas detienen su desarrollo. Se combate preventivamente mediante tratamientos con oxicloruro de cobre, mancozeb, captan, folpet, propineb, captafol, etc., así como los fungicidas sistémicos y sus combinaciones.
    9.2. Ramularia cynarae.
Este pequeño hongo recubre las hojas de la alcachofa de unas manchas de color gris en gran cantidad las cuales se agrupan formando placas más o menos irregulares. Para su prevención hay que evitar el estancamiento de las aguas y una excesiva humedad en el terreno. Se puede combatir con los productos indicados en el caso anterior.  
    9.3. Grasa de la alcachofa.
Producida por la bacteria Xanthomonas sp., provoca la aparición de manchas aceitosas en las brácteas de las cabezuelas. Suele atacar como consecuencia de un período de heladas seguido de una época con temperaturas altas, lo que provoca el desprendimiento de la epidermis de las brácteas, o bien tras la incidencia de borrascas veraniegas, coadyuvadas por otros agentes parásitos como algunos insectos.
La recolección suele comenzarse a partir del mes de noviembre, pudiéndose prolongar durante todo el invierno. El ritmo de recolección varía a lo largo del periodo productivo, pudiéndose diferenciar dos etapas: en la primera se recolectan el 25-35 % de la producción y en la segunda entre el 65 y 75%. 
La recolección de alcachofas suele finalizar en el área del Mediterráneo durante el mes de mayo, alcanzándose unos rendimientos de 12-18 Tn/ha. La recolección es manual cortando 8-10 cm de tálamo floral.
Para consumo en fresco, las alcachofas se clasifican en función de su diámetro ecuatorial, estableciéndose tres categorías (extra, I y II). Las alcachofas se disponen en cajas y se almacenan en cámaras frigoríficas entre 15 y 30 días a 0-1º C y 90-95% de humedad relativa. Las alcachofas también pueden destinarse a la industria conservera.

ALSINA, L. 1980. Horticultura especial. Tomo I. Ed. Sintes, S.A. Barcelona.
CASANOVES, D. 1997. Semillas para el cultivo de la alcachofa. Horticultura nº 124.
MAROTO, J.V. 1995. Horticultura herbácea especial. Ed. Mundi-Prensa. Madrid. 
MIGUEL, A. La alcachofa: variedades y métodos de multiplicación. www.terralia.com
MIGUEL, A.; MAROTO, J.V.; IRANZO, B. & LÓPEZ-GALARZA, S. 1997. Ácido giberélico en alcachofa. Horticultura nº 120.
RECHE, J. 1971. Cultivo de la alcachofa. Ministerio de Agricultura. H.D. 2-71. Madrid.